Cabeza Dominica

Dicen que 400 años y nunca procesionó, no lleva un madroño en la mano, lleva la campanita en su mano derecha, el pastor de Colomera oyó un repique de campanas en la lejanía y se encontró con el bendito simulacro, el Chocolatín Bendito, como gusta decir a sus devotos, la Aceituna Bendita y, Ella, en su representación egabrense aparece con esa campanita que recuerda la llamada al pastor.

Sobre un templete elegante que recuerda al templete romero de la patrona de Andújar pero con personalidad propia procesionaba la tarde del 15 de agosto por primera vez en su historia la Virgen de la Cabeza desde la parroquia de Santo Domingo de Cabra. Tremolar de banderas, varas adornadas, bandas sobre el pecho, los vivas y las palmas a la Morenita hizo que nos trasladáramos al Cerro del Cabezo en una tarde agosteña en pleno corazón de la Subbética.

La Reina del Barrio Alto.

Hoy, último domingo de Abril, cuando aún a estas horas resuena la letra que dice… «Morenita y Pequeñita lo mismo que una aceituna, una aceituna bendita. Morena de luz de luna»… No tengo más remedio que acordarme de una mañana de Enero cuando, casi de imprevisto y tras la invitación en más de una ocasión de un buen ruteño que hace años que conozco, me planté en Rute para ver el Rosario Extraordinario que con motivo del Año de la Misericordia la titular de la cuarta filial más antigua de la Patrona de Andújar iba a celebrar por las calles de su barrio, barrio de la cual la Virgen es Reina. La Reina del Barrio Alto que se disputa la devoción de Rute en un duelo de amor mariano  que, un 15 de Agosto pude comprobar con mis propios ojos, alcanza su máximo culmen cuando Ella, en las dos advocaciones que su pueblo venera, se encuentran frente a frente.

Hoy, por el Cerro del Cabezo aún suenan los vivas y los cantos a la Reina de Sierra Morena y como no he tenido aún la suerte de vivir la romería de Andújar, dirijo mis ojos al barrio alto de Rute a su Morenita de tez nacarada, bendita contradicción, para honrar a la Virgen de la Cabeza en su día más grande.

…A Juan José Camargo Repullo.